Alucinógenos y ritos delirantes desde todas las distancias

Ocean Park, San Juan, PR. Eric Alvarez © 2021-10-16.

I

El delirio que encierra una imagen es capaz de desafiar la materia. Es capaz de desafiar la mentira y el silencio del que para ésta conspira. 

La realidad visceral —y a su vez difusa— que en su cotidianidad proponen alucinógenos, delirios y alucinaciones, es siempre apabullante; salta distancias y trasciende épocas, confirma y confirmará la relatividad de todos los juicios morales que tú y yo hemos sabido utilizar como excusa para permitir que la muerte se presente como vida.

Imágenes delirantes, hijas de las conexiones infinitas de mi mente, o de tu mente, estarán todas cuando deban estar todas, con sus dosis alucinógenas, y con suficiente tiempo para decir "te amo".


I I

Park Boulevard, San Juan, PR. Eric Alvarez © 2021-10-16.


Armo delirios mientras giro en los ciclos espirales de los universos y en algún lugar del espacio-tiempo que realmente desconocemos. 

Un océano enamorado, y determinante de todo lo futuro, agita obsesionado las costas y las playas, como si se entregara sobre tu cuerpo arenoso. La luna y las estrellas juegan destellos en tus ojos osados y firmes, como la piedra del tigre, atrincheradas en tus pupilas delatoras de pecados propuestos e inconfesables. 



III



Vacía Talega, Loíza, PR. Eric Alvarez © 2021-10-22.

Un rito alado se consuma en este trip desesperado que provoca búsquedas insensatas y saltos migrantes sobre mares infinitos, entre nubes rosadas y anaranjadas como tu piel cuando aguardas entre las palmas que el sol se despida de las dunas, te desvista el intenso azul marino de tus faldas, y revele tus piernas volátiles, rítmicas y contenciosas.


Todavía hoy, muchos años después de haber cruzado el umbral de un ático ancestral, de haber sentido el calado en mis huesos de los golpes en mi rostro, y de haber descubierto certezas en coincidencias inexplicables, los sueños se atraviesan en mis caminos, mientras vuelo alucinante las rutas de los rituales. 



IV



Stella Mari, Condado, San Juan, PR. Eric Alvarez © 2021-10-16.

Te agradezco un invierno que se retiraba. Te adeudo reconocer el otoño al dibujarse en los árboles, porque estabas siempre allí, como los pájaros en las mañanas, incitando el delito del deseo y la ternura.  Voy besando el rastro recurrente de tu boca, que trazaste aquellos días, en los nexos diversos y profusos de mi mente y de mi alma.

Comparto con tus labios de seda los secretos, el mensaje con vocación decidida y premonitoria que dicta este rito narcotizado.

Amar quiero decir. Amar con la desesperación de quien sobrevive un naufragio, y con la voluntad de quien volverá a amar para poder vivir, después de amar. 


Eric Alvarez © Texto y fotografías. 

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