Regreso a los sueños


hay noches de vela en las que sólo deseas regresar a ellos, distantes y difusos, o como en este caso, cercanos e íntimos, y temes volver a proponerlos a una red que desconoces y cuyas reacciones ignoras totalmente, pero deseas regresar a ellos, a proponerlos como la otra vez, confiado de que la ternura y las energías del amor y la ilusión se transmiten de alguna manera imposible de explicar y comprobar...

aspiras a que tu pequeña utopía pueda sembrar su inquieta semilla en otros espacios de las llamadas redes, y no permites que te desvíe la carrera descontrolada de tus pensamientos más disímiles e incontrolables, o las telarañas de los sin sentidos que detienen la búsqueda de la belleza íntima y tibia....

en un caso o el otro, regresas, regresas a estas formas inexplicables del amor, de la ternura y la diversidad libertaria como armas de futuro más poderosas que la propia poesía estancada en sus paradigmas ancestrales, regresas a los sueños y tus alucinaciones, y crees que saludaste a Kurosawa o que conversaste con Astor en el ciberespacio y, ya convencido, decides entonces repetirlos, esperando que, al dormir, aquellos sueños y aquellas ilusiones también regresen a ti...

y así, armonizados todos los planos, repites al músico extraordinario y su bandoneón. Repites Los Sueños, repites soñar, repites anhelar...

Astor Piazzolla - Sur: Los Sueños ( South: The Dreams)


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