Segunda danza del recato
Madonna (Edvard Munch, 1894-1895) |
tras algunos años de distancia
que se alzan imponentes
como un precipicio
y ante las ondulaciones etéreas de tu
cuerpo
y los rastros y señas de tu piel
y tantos otros rasgos olvidados
tu danza del recato
es el ejercicio de los misterios
que me conduce al deseo de recordar
el recuerdo del deseo del pecado
anclado en las fuerzas del infierno
yo recuerdo lo que nunca más
podré recordar sin llorar
tus ojos sortílegos y tenebrosos
armados de conjuros
poblados de rosas verdes
de almendras indefinibles
que crecen en un jardín y sus
laberintos
tu cuerpo alado y dichoso
revoloteando sobre el
acantilado
tu mirada de ave sigilosa
intrigante e incisivamente fija
en mis ojos sin destino
la transfiguración comenzó aquella
noche
cuando en el salón oscuro
de los disfraces evidentes
de aquel teatro sin luces
se cruzaron las miradas
del acercamiento imposible
una apuesta arriesgada
temible e improbable
más tarde sería un código
libertario
mientras te perseguía
en los espacios deformes
de aquel lugar cuestionable
dicen sabes que estas cosas
terminan como comienzan
y como terminan las lluvias de las
tormentas
con su furia dejan tras de si
el líquido rostro de su paso
como el derroche de energía de un
orgasmo
que anuncia la muerte
y anuncia la vida
y anuncia dioses y arcángeles
con sus lanzas carnales
que luego se deshacen en la fantasía
de evangelios y cínicos apóstoles
como una penetración violenta que se
diluye
en el libido consumado
como comienzan terminan
como la pasión que se diluye sin
remedio
súbitas y sangrantes
intensas e infinitas de promesas
que nadie podrá
cumplir
porque estas cosas son así
terminan como comienzan
hasta consumarse en el ciclo
inevitable
de todas las cosas y todo lo
existente
sin soluciones radicales y definitivas
la muerte arranca vida de sus
entrañas
la vida es putrefacta y
despreciable
y será solo el vértigo
y serán solo las lágrimas
y la danza pudorosa del recato
y las ramas secas y deshechas
en el ritual puntilloso de quien fallece
yo aguardaré paciente y callado
en mis ignorancias y mis
carencias
en mis inútiles recuerdos de
enamorado…
Junio 6, 2015
Eric Alvarez ©2015. Todos los derechos reservados.
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