Ritual III: Circularidades inacabables
...la circularidad infinita, lo posible, lo inmediato necesario. Apariencia espiral de escenarios y personajes y nombres, relatos de historias sin final, esencia circular, sin embargo, que nunca ha de llegar a ninguna parte, somos contigo tus demonios hambrientos, luciferes armados como dioses, con tus odios, y los nuestros, expulsamos y rechazamos, con toda la fuerza de nuestros ancestros, todo cambio, todo lo nuevo, con un vómito de sangre mineral y putrefacta, manjar de azufre y excrementos entregados en la boca misma del Otro; circulamos contigo sobre nosotros mismos y construimos la contradicción de la profundidad espiral e infinita, y tragamos delirantes, como tú nos tragaste a nosotros, toda luz y toda esperanza, y expulsamos luz, gritos y seres en este viaje eterno de lo inamovible; no llegaremos contigo a ningún sitio, pero llegaremos a todos los lugares de nuestra mismidad perpetua, como una provincia, o tal vez como una isla, en el centro de todos los universos, inmutable, imperecedera, desde donde lanzamos estos gritos que nadie escucha y que a nadie importan, porque regresarán nuestras voces a nosotros mismos, a tu circularidad inacabable, de la que nada ni nadie escapa, ni siquiera el horrror, ni siquiera la esperanza...
Eric Alvarez © 2010. Texto e imagen. Todos los derechos reservados.
Eric Alvarez © 2010. Texto e imagen. Todos los derechos reservados.
interesante eso de: “…porque regresarán nuestras voces a nosotros mismos, a tu circularidad inacabable, de la que nada ni nadie escapa, ni siquiera el horror, ni siquiera la esperanza...” y se podría remediar a mi entender asumiendo una autonomía auténtica, no circunscrita a un colectivo donde cada eslabón trae consigo posturas predeterminadas. Una mezcla del individuo y el colectivo que reconozca circularidades, finitas, que se rompen en ponderaciones divergentes. Un abrazo.
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